sábado, 28 de diciembre de 2013

Del 2013 aprendí...

Del 2013 aprendí que debo confiar en mis capacidades, del 2013 aprendí que lo mejor de la vida tiene nombre y apellido, que la persona más importante para mi es la que más fácilmente puedo perder por culpa de mis actos...
Del 2013 aprendí que debo valorar lo que Dios me ha dado y cuidarlo a capa y espada, que no debo desaprovechar las oportunidades y que siempre debo confiar en mi sin importar lo que los demás digan.
Aprendí que el amor debe ser el núcleo de todo, amor al trabajo, amor a la familia y amor a la pareja. Que los amigos son contados y los conocidos son muchos.
Pero definitivamente del 2013 aprendí, que mi vida no tiene sentido sin mi motor, Andrea... Que sin ella no vale la pena nada, que he cometido errores que me han costado problemas, he aprendido de ellos, si, pero que no se me permite cometerlos de nuevo.
Este 2013 me ha enseñado el verdadero significado del amor y los sueños, me ha mostrado que perder al amor de mi vida puede ser más fácil que pestañear, me ha enfrentado cara a cara con el verdadero miedo a perder a alguien que amo y a sudar con sólo pensar en un "hasta aquí"...
Del 2013 aprendí que debo ser mejor cada día, que debo cuidar, sin cuidar de más. Que debo defender, sin ofender. Que debo evitar roces y concentrarme en rozar con abrazos y caricias a la persona que los merece.

Gracias 2013 por las mil y un lecciones aprendidas, prometo sacarle provecho a todas y cada una de ellas.

Mario.